La teóloga y doctora en Filosofía, Montserrat Escribano, ha protagonizado el último “Café con éxito” organizado por Cáritas Gandia. Escribano ha hablado a los beneficiarios del Centro de Atención Integral (CAI) de las dificultades para una mujer desarrollar su profesión en un campo mayoritariamente de hombres. La doctora internacional en Filosofía, máster en Ética y Democracia, Neuroteología fundamental y premio extraordinario de doctorado 2016-2017, ha narrado cómo en sus años de estudiante universitaria tenía que justificar que siendo mujer estudiaba una carrera en la que la mayoría eran hombres. En esos años, aunque ha destacado que en la Universidad Pontificia Comillas, de los jesuitas, en Madrid, “tenían la mente más abierta”, en Valencia, sin embargo, pasó algunas experiencias como que estando en un grupo de estudiantes, sólo a ella, por ser mujer, le pidieron que fuera a hacer unas fotocopias.”Constantemente te recordaban que te estaban acogiendo en un sitio que no es el tuyo”, según ha declarado Escribano.
Sobre la profesión de teología, asegura que “hacemos poco. Nos dedicamos a estudiar la dignidad de las personas, en lo grandes que somos los seres humanos”.
En este sentido, ha explicado que “si en Gandia se pudieran realizar las políticas sociales, ambientales, educativas… pensadas desde un centro como el CAI, serían más inclusivas y también más creativas. También sería distinto desde la realidad de la Iglesia”.
Escribano también ha hablado del éxito y qué supone hoy en día conseguirlo. La sociedad actual –explica-, nos lleva a pensar que tenemos éxito si tenemos dinero, familia, una casa, hijos… y se pregunta qué pasa cuando no se consigue. Responde que “nuestro éxito está en otra parte” y que “no sólo es importante la familia biológica sino las redes que formamos con otras personas, y que nos unen”. Y es que, la teóloga considera que “vivimos en un mundo que necesita esperanza ya que mientras que las grandes empresas nos dicen que el éxito es personal, en Cáritas, el éxito es social: importan las personas y la vida, y recuerdan que no es bueno vivir en la calle. Y en este sentido, asegura que “el CAI es un entorno en el que las vidas pueden florecer. Quizá esta casa hace que Gandia sea mejor. Y esto lo tiene que saber todo el mundo”.
La teóloga ha mandado un mensaje a los beneficiarios del CAI: “merece la pena seguir tirando hacia adelante y seguir viviendo a pesar de nuestras experiencias. Tenemos que volver a conectar con nosotros mismos porque estamos perdiendo esa capacidad”.
Una vez realizada la charla, Escribano, al igual que los otros protagonistas del “Café con Éxito”, ha dejado su mensaje en el árbol del comedor del CAI: “Somos los/as que transformaremos y haremos un mundo mejor”.