Todavía estamos en proceso de implantar la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en algunas empresas, cuando los criterios ambientales, sociales y de Goberanza (ESG-Environmental, social and governance) están desbancando a la primera.
Aunque RSC y ESG abordan la sostenibilidad, las empresas están dejando de hablar de políticas de RSC para referirse a Estrategias de Sostenibilidad y ESG.
Mientras que la RSC pone el foco en cómo las empresas pueden contribuir, mediante su comportamiento responsable, al bienestar social y medioambiental, más allá del desempeño económico, los criterios ESG dan un paso más, incorporando dos nuevas variables: riesgos y oportunidades asociados a los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza, es decir, ya no se trata únicamente de ser responsable, sino de monitorizar las acciones y cuantificar su impacto social y económico.
Según un informe de la Fundación Forética, la sostenibilidad pasa de ser un diferenciador a un cualificador de los Consejos de Administración en las empresas del IBEX 35, en la medida en que aumenta la asignación formal de responsabilidades sobre sostenibilidad a través de sus diferentes comisiones delegadas. “Si bien hasta ahora las empresas ponían el foco ESG en asuntos relacionados la ética y la integridad, el sentido del propósito del negocio o la reputación de la compañía, los asuntos relacionados con el cambio climático y el cuidado del medio ambiente están siendo ahora la principal prioridad de los consejeros, unido a la preocupación por los temas sociales, entre los que destacan el cuidado de la salud, la gestión de los derechos humanos en las cadenas de suministro y las cuestiones sobre diversidad e igualdad”.
Así se ha constatado en el evento: ‘Sustainable Governance Forum: ESG on Boards’, organizado por Forética en el marco del Clúster de Transparencia, buen gobierno e integridad.