- La covid-19, al igual que en todas las crisis económicas, ha afectado de lleno a las personas más vulnerables o con escasos recursos. En esta pandemia, dos nuevos perfiles han acudido a Cáritas: autónomos que han cerrado sus negocios y han necesitado de una ayuda puntual, y trabajadores temporales que, al no tener ahorros, han solicitado apoyo de alimentación y pago de suministros del hogar. Estos últimos han tenido que dejar sus viviendas para alquilar habitaciones en pisos compartidos.
- Del total de las 458 familias atendidas en Cáritas Gandia, 218 han acudido por primera vez en 2020 a la entidad y 186 ya habían acudido previamente a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gandia.
- Frente a la pandemia, desde Cáritas Gandia se intensifica el acompañamiento incorporando medidas de prevención y seguridad y acompañando a las personas solas, enfermas y mayores solas. Además, continúa el trabajo para dignificar el derecho a la alimentación fomentando el uso de las tarjetas solidarias para ir adaptando mejor la ayuda a las necesidades.
Miércoles 31 de marzo de 2021.- Un total de 1588 personas han recibido atención en el área de Intervención Comunitaria de Cáritas Gandia durante 2020. El área incluye la Acogida; la Intervención Familiar; el Refuerzo Escolar para Niños y Adultos; y las Viviendas de Autonomía. Esta atención está dirigida a personas y familias en situación de vulnerabilidad o exclusión social que acuden a Cáritas en busca de ayuda para cubrir servicios básicos de su vida diaria que les impiden conseguir la plena autonomía. Se les ofrece escucha, orientación, asesoramiento y, por supuesto, ayudas materiales para cubrir necesidades básicas (alimentación, higiene, salud, hogar, etc…).
Según ha explicado el director de Cáritas Gandia, Francisco Carrió, “en 2020 el perfil de las personas atendidas en Cáritas ha cambiado. El cambio más importante es que hemos asistido a autónomos que se vieron obligados a cerrar sus negocios durante los meses del confinamiento y han necesitado ayudas puntuales, especialmente de alimentación, hasta que empezaron a recibir alguna prestación económica”.
Otro perfil atendido durante la pandemia son las personas que no disponían de ahorros, que vivían al día, con trabajos temporales (principalmente naranja y hostelería) que en los meses de confinamiento no pudieron trabajar o se vieron sometidos a un ERTE, y tienen deudas de alquiler, luz y también necesidad de apoyo en alimentación. Muchos de ellos abandonaron sus viviendas de alquiler y pasaron a compartir piso con otras personas en similar situación.
El tercer perfil atendido es el de familias recién llegadas a España que requieren un apoyo en alimentación, ya que de momento disponen de algunos ahorros que han traído consigo.
La técnica responsable del área de Intervención Comunitaria, Luz Garcés, ha explicado que del total de personas atendidas, 618 han sido menores de edad.
Para seguir con la ayuda digna que inició Cáritas en enero de 2020, durante el año pasado la entidad ha emitido un total de 306 tarjetas prepago para que las personas puedan comprar los alimentos y bienes de primera necesidad en los supermercados, como cualquier otra persona, sin hacer colas en el economato estigmatizando su pobreza. El coste de la financiación de estas 306 tarjetas ha sido de 31.000 euros, financiadas en su totalidad por Cáritas con la ayuda de muchas donaciones anónimas y de empresas de la comarca.
Pero además, ha sido necesario complementar estas ayudas de la tarjeta, dada la gravedad de la situación de algunas familias debido a la pandemia, con cajas de comida con productos frescos (proveniente de donaciones de supermercados y comercios). En concreto, se ha entregado semanalmente cajas de comida a 211 familias. También se ha repartido cajas de comida a 15 familias que estaban confinadas en sus domicilios por haber contraído la covid-19.
Del total de 458 familias atendidas en Cáritas Gandia, 218 han acudido por primera vez en 2020 a la entidad y 186 ya habían acudido previamente a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gandia. (Hay que matizar que hay que estar 1 año empadronado para poder percibir ayudas por parte de la administración pública).
Aunque el número de beneficiarios ha aumentado un 10,2%, el número de familias es un 11% menor que en 2019. En Cáritas tenemos constancia de que el número de personas que necesita ayuda es mayor ya que en Gandia, al igual que en otras ciudades, existe economía sumergida, con lo que muchas familias sobreviven con trabajos irregulares. Algunas personas se apoyan en familiares y amigos cercanos para pedirles ayuda y otros han comenzado a recibir la Renta Valenciana de Inclusión (incluso los atrasos ya que se ha aplicado con carácter retroactivo). También en Gandia tenemos la figura del “pobre vergonzante” que se ha visto en una situación de pobreza por primera vez y no se atreve a pedir ayuda a entidades como Cáritas.
Destacamos también el incremento de atenciones por parte de Cáritas Gandia a mayores de 65 años que viven solos.
En cuanto a las ayudas, las solicitudes por parte de las personas que han acudido a Cáritas son principalmente tres: alimentación, empleo y ayuda en el pago del alquiler o gastos de la vivienda. Por parte de la entidad se ha ayudado en alimentación; se realizan cursos de formación y se abona, en algunos casos, parte de los gastos de la vivienda. Pero además se ofrece escucha, asesoramiento y orientación para solicitar trámites y ayudas económicas, en definitiva, una ATENCIÓN INTEGRAL a la persona para dar respuesta a las necesidades de la familia en base a los recursos de los que disponemos en la entidad.
De las personas que han venido a Cáritas en 2020, 56 han solicitado la Renta Valenciana de Inclusión. De ellos 23 la han conseguido. En cuanto al Ingreso Mínimo Vital, de las 65 solicitudes, 21 han resultado favorables.
El perfil mayoritario atendido en Cáritas son parejas jóvenes con hijos, mujeres solas con hijos y migrantes irregulares. En menor medida, mayores solos a los que se atiende, debido a la pandemia, de manera telefónica. En cuanto a las edades, la mayoría tiene entre 31-44 años, seguidos de la franja de edad de 45 a 64 y menores de 30. En menor medida, mayores de 65.
En el área de Intervención Comunitaria de Cáritas también se ha ofrecido apoyo en la educación a mayores tras observar el incremento de participantes en nuestras acogidas que poseían un gran potencial para poder trabajar y conseguir integrarse socialmente, pero tenían un gran handicap: desconocimiento del idioma. Por ello, uno de los principales objetivos en nuestra labor pasa por conseguir que nuestros participantes consigan dominar el castellano y, en consecuencia, manejarse en su entorno de manera totalmente autónoma.
En cuanto a las viviendas de autonomía, durante 2020, 1 familia ha hecho uso del piso que la entidad tiene dispuesto para familias vulnerables.
En general, tal y como ha indicado Carrió “las personas que han acudido a Cáritas en 2020 son personas que se han visto sometidas a ERTEs y se prevé que a partir de septiembre de este año 2021 la situación empeore ya que muchas empresas no podrán reabrir sus puertas y los trabajadores dejarán de percibir ayudas”.